miércoles, 23 de febrero de 2011

ACTIVIDADES A 4 AÑOS DEL FEMICIDIO DE SANDRA AYALA GAMBOA

A cuatro años seguimos exigiendo justicia








TODAS SOMOS SANDRA

      Hace cuatro años una joven peruana, Sandra Ayala Gamboa, llegaba a la Argentina con el proyecto de trabajar y estudiar Medicina en la Universidad Nacional de La Plata. Había sido convencida por su novio, Augusto Díaz Minaya para instalarse aquí en una pensión que regenteaba la madre de éste en el centro de la ciudad. Tres meses luego de su llegada, el 22 de febrero de 2007, el cuerpo sin vida de Sandra era encontrado en un edificio de ARBA, dependencia del Ministerio de Economía, víctima de violación y estrangulamiento.

     Hoy se cumple un nuevo aniversario de aquel femicidio y también cuatro años de lucha para lograr su esclarecimiento. Desde el principio, la madre de Sandra, Nélida Gamboa encabezó la lucha para exigir una investigación completa del crimen, del o los asesinos, de sus cómplices y del encubrimiento estatal. Las organizaciones sociales, feministas, de derechos humanos, políticas, acompañamos el reclamo, visibilizando cada año la escena del crimen: un edificio del estado al que el asesino/los asesinos habían ingresado con llaves.

     El año pasado, el violador serial José Cadícamo fue detenido en Misiones, acusado de haber estado en la escena, el crimen, como acredita su ADN allí presente, pero la investigación se detuvo allí. No se explicó aún la presencia de 4 ADN más en la escena, los cinco días en que ingresó gente al edificio y no vio el cadáver de Sandra, el papel del Ministerio de Economía, las denuncias anteriores que la víctima había presentado por violencia y retención de documentos por parte de la familia del novio. Es decir, desde la fiscalía, lejos de explicar el hecho, prefieren presentar el caso como cerrado.

     Este año, nuevamente, salimos a las calles para reclamar por el esclarecimiento del caso, y para denunciarlo como un hecho de violencia de género: a Sandra la matan por ser mujer, pobre y peruana. Desde las organizaciones, activistas, compañerxs y amigxs de la familia se volvió a señalar el lugar del asesinato. En la fachada del edificio de ARBA se escribieron los nombres de las 260 mujeres asesinadas en nuestro país durante 2010, y de las 14 mujeres que ya fueron asesinadas en este año, quemadas por sus cónyuges y esposos.

     La movilización recorrió el centro de la ciudad, escrachando la Fiscalía, donde trabaja el fiscal encubierto Fernando Cartasegna, y la casa de gobierno, para marcar la complicidad del poder político en este caso y en la falta de políticas de prevención de la violencia hacia las mujeres.

    A 4 años del femicidio de Sandra, seguimos luchando y nos pronunciamos:

-Contra las distintas clases de violencia hacia las mujeres: psicológica, simbólica, laboral, sexual, económica.

-Contra la impunidad para los femicidas, avalados por la justicia patriarcal.

-Contra esta sociedad machista que maltrata a las mujeres, que nos exige heterosexuaildad, sumisión, nos plantea la maternidad como única opción posible. Que nos impide decidir sobre nuestro propio cuerpo.

Arriba las luchas de las mujeres en todo el mundo contra la pobreza, el aborto legal, por la disidencia sexual, por el derecho a vivir una vida libre de violencia.

¡Seguiremos luchando hasta que todas seamos libres!

lunes, 21 de febrero de 2011

A 4 AÑOS. SANDRA SOMOS TODAS



A 4 años del femicidio de SANDRA AYALA GAMBOA sigue la IMPUNIDAD!
Martes 22 de Febrero desde las 15 hs. 
Radio Abierta. Muestra de Fotos. Intervenciones.

 ARBA 7 e/ 45 y 46


18.hs Marcha a Fiscalía y Casa de Gobierno


Sandra Ayala Gamboa era una joven pobre e inmigrante que llegó desde Perú a a La Plata a estudiar medicina.
El 16 de febrero del 2007 va al Ex Archivo del Ministerio de Economía hoy ARBA, por una supuesta entrevista laboral, allí es violada y asesinada.
El 22 de febrero del 2007 su cuerpo es encontrado en ese edificio. En estos días el Fiscal a cargo de la causa el Dr. Cartaseña, la elevó a juicio con un único procesado para así cerrar la misma sin que salgan a la luz todos los culpables.
En 4 años la Jusitica y el Gobierno Provincial de Solá y luego el de Scioli no han avanzado un solo paso en el esclarecimiento del Femicidio de Sandra.
El encubrimiento es tal ninguno de los responsables materiales, intelectuales y políticos ha sido condenado.
El Femicidio aumenta la complicidad entre la Policía Bonaerense, los proxenetas y los responsables políticos.

A 4 años de Lucha Seguimos de Pié y con la misma Fuerza!
Salimos a las calles a decir
Basta de Femicidio
Basta de violencia hacia las mujeres
Basta de redes de Trata y Prostitución
Sin clientes no hay Prostitución
El Gobierno Nacional, Provincial y Municipal son Responsales



ASAMBLEA JUSTICIA POR SANDRA

sábado, 19 de febrero de 2011

Juro amarte y protegerte hasta que la muerte nos separe

Declaración de la COMPA 
(Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina) 
contra el femicidio


 En lo que va del 2011 hemos visto multiplicados los casos de violencia hacia las mujeres por parte de sus parejas o ex parejas, que tienen como desenlace la pérdida de sus vidas.

   El trato que muchos de los medios le dan a estos hechos desdibujan el carácter político, social y cultural que existe detrás de ellos, reduciéndolos a entreveros de la vida privada, así los femicidios son relatados en el mejor de los casos como violencia doméstica o familiar, invisibilizando el ataque hacia las mujeres por su condición de mujeres, así suelen ubicarlos en la sección policial de los diarios.

   El más claro ejemplo fue el famoso caso de Wanda Tadei, novia del baterista del grupo Callejeros, quien mató a su pareja incinerándola, produciéndole quemaduras en el 60% de su cuerpo. En primer lugar y como punto de partida se lo trata como un caso más de “crimen pasional”, por otra parte es posible que la masiva difusión que tuvo el caso haya sido por tratarse de una persona famosa, de otro modo el caso hubiera pasado desapercibido para varios de los medios argentinos gustosos de casos amarillistas. Muchos de estos medios en ningún momento cuestionaron las causas subyacentes al caso, se trataba de un exceso de amor.

   A partir de este hecho, se han visto resaltados varios casos más en donde las mujeres son asesinadas con esta metodología, es así cómo el relato mediático no solo no cuestiona el problema de fondo, sino que además prioriza en muchos casos, la repercusión de la nota en términos de reating, sin actuar de manera responsable teniendo en cuenta esta suerte de efecto contagio que situaciones como estas pueden generar en las personas violentas.

   Durante el año 2010 se produjeron en nuestro país 226 femicidios, de los cuales el 72% fueron realizados en Buenos Aires. El 67% de los casos fueron perpetrados por esposos, parejas, novios y ex.[1] La actual Ley para la protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres ha sido un avance en la visibilización de la problemática en el plano legal, sin embargo otra es la realidad en los hechos, esta ley hoy no cuenta con el financiamiento necesario por parte del Estado para su correcta implementación.

   La violencia hacia las mujeres también es una cuestión de derechos humanos, y es el femicidio su máxima expresión. Es de carácter urgente la resolución de esta problemática. Por todo esto exigimos:


-Financiamiento para la correcta implementación de la Ley 26. 485 para la protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres

-Incorporación de la figura de femicidio al código penal



¡¡Basta de violencia hacia las mujeres!!





miércoles, 16 de febrero de 2011

Un brindis por “San Barreda”



Por Luciano Fabbri*.- Hoy los escuché, en vivo, con mis propios oídos. Comíamos con mi amiga un sanguchito de bondiola en el bosque platense y en la larga mesa de al lado estaban ellos. Ellas también estaban, pero como ausentes, a un costado, en un punta, a sus espaldas, en general en silencio, con bebés o cochecitos. Ellos, sus maridos, novios y amigos, visiblemente escaviados y a los gritos, como si todas y todos a 30 metros a la redonda quisiésemos escucharlos, anunciaban el brindis “por Ricardo”, y chocaban sus vasos de tinto, a los gritos, por “San Barreda”.

El brindis llegó al momento que algunas de “sus” mujeres se retiraban, y les recomendaban que se cuiden, que no tomen tanto, que tenían que volver en auto. Ellas de cuidadoras de sus maridos adolescentes, ellos contestando con esa “gracia”, reivindicando al femicida múltiple que terminó con la vida de sus hijas, esposa y suegra. Sólo una de las mujeres presentes cuestionó el brindis, y se limitó a decir que no era gracioso. La única respuesta fue…”cómo que no, si mató a la suegra”.

La imagen de la suegra bruja, que humilla y desautoriza a su yerno era el canal de legitimación de su identificación grupal con un múltiple femicida. Sus hijas y esposas permanecen muertas, pero invisibles. Su presencia podría empañar el heroísmo del hombre en cuestión, o bien, desnudar el verdadero eje de identificación que motivaba al grupo de ebrios cuarentones a levantar sus copas: detrás de éstos relatos machistas, de éstas complicidades masculinas (y de éstos silencios de las féminas presentes), se encuentra una profunda misoginia y desprecio hacia las mujeres, y una masculinidad hegemónica caracterizada por la violencia sexista y el poder asimétrico de varones sobre mujeres.

Detrás de ésta expresión misógena, también se encuentra la impunidad que sobrevuela cada caso de violencia de género y de femicidio en la Argentina, con una Justicia que no llega o llega tarde, con medios que ponen el eje en las modalidades criminales y no en las causas y consecuencias de la violencia de género, con un estado que aprueba leyes, como la de educación sexual integral o la de erradicación de la violencia hacia las mujeres, pero no garantiza su cumplimiento ni financia su implementación.

El endurecimiento de las penas a los femicidas a través de modificaciones en el código penal, sea a través a de la incorporación del femicidio como delito autónomo, o sumando agravantes y anulando atenuantes en casos de violencia de género, debería ser un aporte a visibilizar el crecimiento de la problemática, a alentar a la justicia a estar a la altura de las circunstancias, a disuadir, sino a que algunos maten, al menos a otros idiotas brinden en su nombre.

Esta, entre tantas otros medidas posibles, deben formar parte de una estrategia integral y articulada contra la violencia patriarcal en todas sus modalidades y ámbitos.

Basta de complicidad machista, basta de justicia patriarcal, basta de cambiar algo para que nada cambie.

Ni una muerta más por violencia machista. Ni un Femicidio más.


Luciano Fabbri es integrante del colectivo de varones antipatriarcales